Como Anexo, aquí está el testimonio del párroco de María Simma sobre María y su apostolado de ayudar a todos los que acuden a ella en busca de orientación y aliento espiritual:
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EL TESTIMONIO DE P. FRIDOLIN BISCHOF

Maria Simma, nacida aquí en Sonntag, ha pasado todos sus ochenta años en nuestra parroquia. Su modesta casa está muy cerca de la iglesia y para ella esto tiene una gran importancia.

Todos los días, de hecho, María está presente en la Santa Misa, que a sus ojos es lo más valioso de la tierra.

Su vida religiosa consiste en la oración, el sacrificio, la reparación y un valiente testimonio que ofrece al mantener viva la fe católica y difundirla en unión con el Santo Padre.

Su devoción a la Bienaventurada Virgen María es conocida por todos y frecuentemente hace peregrinaciones a los santuarios marianos.

Su estilo de vida es humilde y simple.

Creo que aquellos que viven y profesan una fe cristiana auténtica y una profunda compasión pueden ser los mejores ejemplos para otros que se benefician de su ayuda y logran mantenerse en el buen camino. María está entre ellos. Siempre ha sido buscada por otros y todavía lo es, a pesar de su avanzada edad, por muchas personas en busca de consejos y dirección del orden espiritual, y por su ayuda en todo tipo de situaciones.

A pesar de vivir en este pequeño pueblo de Sonntag en la región de Vorarlberg y nunca querer llamar la atención, se la conoce mucho más allá de las fronteras de Europa. La gente viene a visitarla desde los rincones más lejanos del mundo. Las cartas que recibe, que contienen una gran variedad de problemas e intenciones, son tan numerosas que su capacidad de responder se pone a prueba casi a diario.

Ella también está buscando un verdadero apostolado de dirección espiritual por teléfono. De esta manera, también dedica gran parte de su tiempo a todos los que llaman a cualquier hora para pedir consejo. Ella les habla y los guía con los conceptos básicos de las creencias y oraciones cristianas, ayudándolos y consolándolos.

La Gracia de Dios trabaja en todas partes y opera de todas las maneras que Dios lo considera apropiado.

P. Fridolin Bischof

Pastor de Vorarlberg Sonntag, AUSTRIA desde 1976.

​Visitas de las Almas Santas en el Purgatorio:

la vida de la mística austriaca, María Simma (1915-2004)

Por: Glenn Dallaire

[Las fuentes principales de este artículo son "Los asombrosos secretos de las almas del purgatorio, una entrevista con María Simma" escrita por la hermana Emmanuel Maillard y también el libro "Sáquenos de aquí- María Simma habla con Nicky Eltz" de Nicky Eltz, La web de Medjugorje, 2002.]

María Simma nació el 2 de febrero de 1915 en Sonntag, Austria. Ella era la segunda de ocho hijos. Su madre y su padre eran campesinos pobres y la familia vivía una existencia "mano a boca". Eran humildes campesinos católicos que poseían una fe simple pero muy devota en Dios. Alrededor de los 7 años, María comenzó a sentir un fuerte llamado a ayudar a los demás, ya sea a través de la oración y el sacrificio en la vida religiosa como monja o como misionera laica. Con esto en mente en esta época, le dijo a su madre que nunca se casaría. Su madre respondió: "Bueno, ya veremos cuando tengas 20 años". Y a esto María respondió: "Es firme dentro de mí, o entraré al convento o trabajaré en otro lugar del mundo donde pueda ayudar a otros".

Sin embargo, a los 8 años cayó muy enferma con pleuresía y neumonía y esto dañó y debilitó su salud durante muchos años después. Sin embargo, el llamado y el deseo de servir a Dios ayudando a otros continuaron creciendo a lo largo de su adolescencia formativa y a los 17 años recibió el permiso de sus padres y los superiores religiosos para ingresar al convento 'El Sagrado Corazón de Jesús' en Hall (Tirol), Austria . Pero después de menos de un año, la madre superiora le informó que estaba demasiado débil y enferma para los rigores de la vida religiosa en su convento particular, por lo que se vio obligada a irse.

Aún decidida a ser monja, solicitó la admisión a los dominicanos en Thalbach, Austria, pero después de solo 8 días, la madre superiora le informó que era demasiado débil para vivir en su convento, por lo que nuevamente se vio obligada a irse. Poco después, por tercera vez, una vez más, solicitó la admisión para ser monja, esta vez con los franciscanos en Gossau, Suiza, estas eran Hermanas de misión y pensó que tal vez Dios la estaba llamando. Pero, una vez más, esa no era la voluntad de Dios y, después de un corto tiempo, la Señora de los candidatos le dijo que, lamentablemente, ella era demasiado débil para los rigores de la obra misional y, con este último rechazo, se dio cuenta de que Dios no la quería como monja, pero que el apostolado debía ser una laica soltera que viviera "en el mundo" entre sus compatriotas. Pasó gran parte de sus días haciendo tareas domésticas y cosiendo, ayudando en la granja y las granjas circundantes, y cuidando a los niños vecinos. Sobre todo, vivió cada momento en un espíritu de amor, oración y devoción a Dios y a su prójimo, viviendo su fe católica lo mejor que pudo. Y debe notarse que a temprana edad su madre le había enseñado a orar con frecuencia por las almas pobres en el purgatorio, así que esto también era algo que era parte de su vida desde la infancia.

María Simma» (prácticamente la totalidad del libro está reflejada en nuestro artículo).

María Simma tuvo desde niña un especial interés por las almas del Purgatorio, y fue esa la misión que Dios le dio para esta vida cuando tuvo la edad de 25 años. Adecuadamente asistida por su confesor y director espiritual, y bajo el cercano seguimiento del Obispo del lugar, María vive una vida donde la Presencia sobrenatural se vuelve cotidiana. Las almas se presentan a ella buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva.

Los conocimientos que las almas del Purgatorio le refieren son una hermosa y fuerte confirmación de toda la Doctrina sobre la que se funda la Iglesia Católica, y una invitación a todos nosotros a vivir una activa y sincera práctica de los sacramentos. Pero, por sobre todo, María Simma nos invita a una práctica cotidiana del amor como la puerta más importante para la salvación de nuestra alma. El amor cura y cubre muchos de nuestros pecados, a la hora de nuestro juicio particular.

Un hermoso milagro que ocurrió durante su infancia.

“Uno de mis momentos más felices de mi infancia sucedió cuando tenía quince años, aproximadamente en 1930.

Uno de mis hermanos y yo estábamos trabajando en una granja en Baviera. Cuando solicitamos trabajo allí, el granjero nos había prometido claramente que siempre podríamos asistir a la misa dominical; pero no pasó mucho tiempo antes de llegar a la conclusión de que esta promesa solo era válida para mi hermano, pero no para mí. Esto se debió a que casi todos los domingos por la mañana la esposa del granjero enfermaba misteriosamente e insistía en que me quedara en casa para atenderla en lugar de dejarme ir a la iglesia con mi hermano.

"Pronto llegó Pentecostés y nuevamente me pregunté qué haría la esposa del granjero. La noche antes del domingo de Pentecostés estaba completamente sana, así que esperaba con gran expectativa que pudiera ir al Santo Sacrificio de la Misa a la mañana siguiente. Pero , a las nueve en punto del domingo por la mañana, de nuevo se enfermó repentinamente, con un dolor de cabeza misterioso, y me dijo sin dudarlo que tenía que quedarme con ella nuevamente porque no podía dejarla sola cuando estaba enferma.

¡Yo estaba roto! A la una de la tarde, el dolor de cabeza la dejó y ella dijo que podía ir. Salí corriendo y rodeé un edificio desocupado detrás del cual había un banco con una vista pacífica. Allí lloré de desesperación por haber perdido de nuevo la Santa Misa que tanto amaba, ¡y en un gran día de fiesta! De repente, estaba rodeado por una nube de palomas blancas que se asentaron lentamente a mi alrededor en la hierba, ¡estaban en todas partes! En la hierba, en mi regazo, a mi alrededor, ¡en todas partes! ¡Se quedaron al menos una hora!

"Mis lágrimas de tristeza se habían convertido rápidamente en lágrimas de alegría y estaba envuelta en tal felicidad que todo lo demás se había ido. Luego se fueron. Después, le conté a mi hermano sobre ellas, pero no se lo contamos a nadie más. Durante las siguientes semanas preguntó a los granjeros vecinos si había palomas blancas o palomas en el área y la respuesta siempre fue la misma __ no había ninguna. No creo que otra experiencia de mi infancia me haya tocado tan profundamente como esta. ¡Fue pura belleza! ".

Visitas de las almas que sufren en el Purgatorio

En 1940 llegó la primera visita de un Alma Sagrada (un alma que se fue del Purgatorio) –Maria tenía 25 años. El alma santa, un hombre, se le apareció en una visión una noche. Él caminaba de un lado a otro en su habitación al pie de su cama. Confundida, ella lo llamó y le dijo: "¿Quién eres?", Pero no recibió respuesta. Luego saltó de la cama y trató de agarrarlo diciendo: “¿Cómo llegaste aquí? Vete ”, él no respondió y cuando ella extendió la mano para tocarlo, desapareció. Sin embargo, tan pronto como ella volvió a la cama, él reapareció, caminando de un lado a otro una vez más. Se preguntó cómo es que podía ver fácilmente a este hombre, pero no hablar ni tocarlo. Pensó para sí misma: "Bueno, siempre y cuando él no se acerque a mí" y se quedó mirándolo y después de un tiempo él desapareció y ella permaneció despierta reflexionando sobre el significado de lo que sucedió.

Al día siguiente, inmediatamente fue a ver a su párroco, el p. Alfons Matt, para contarle todo lo que había sucedido. Después de que le expliqué todo, dijo: "podría ser una pobre alma del Purgatorio. Si algo así volviera a suceder, no digas "¿Quién eres?", Sino "¿Qué es lo que necesitas de mí?"

La noche siguiente, el hombre apareció repentinamente de nuevo, una vez más caminando de un lado a otro. Esta vez, María inmediatamente preguntó: "¿Qué es lo que necesitas de mí?". El hombre se detuvo de repente, se volvió hacia ella y respondió: "Por favor, di tres misas santas por mis intenciones y luego seré entregado". Y luego desapareció de inmediato y María dijo "Fue entonces cuando supe que era un alma pobre". Al día siguiente, una vez más, le dijo a su párroco, el Padre. Alfons Matt, lo que había sucedido y las tres misas solicitadas fueron dichas. El buen sacerdote también le dijo que siempre buscara hacer todo lo posible para ayudar a las almas que pudieran acudir a ella.

Pronto vendrían más almas del purgatorio pidiendo sus oraciones y sacrificios, y así comenzó un apostolado de por vida para las almas santas. En los años siguientes, solo 2 o 3 almas pobres acudían a ella cada año, pero a medida que pasaba el tiempo, más y más acudían a ella en busca de su ayuda a través de oraciones y sacrificios.

Sin embargo, desde el principio hay que señalar que María nunca buscó las visitas de las almas del purgatorio; nunca las llamó ni las "canalizó" de ninguna manera. Siempre acudían a ella sin buscarla por su parte. De hecho, las almas santas le han dicho que es Dios en su gran misericordia quien les da permiso para venir a ella para obtener sacrificios y oraciones para que su tiempo en el purgatorio se reduzca.

De hecho, durante una entrevista del Sr. Emmanuel le preguntaron lo siguiente:

-¿Cuál es la diferencia entre lo que estás viviendo con las almas de los difuntos y las prácticas del espiritismo (por médiums / psíquicos, etc.)?

"Se supone que no debemos convocar a las almas. No trato de hacer que vengan. En el espiritismo, la gente trata de invocarlas. Esta distinción es bastante clara y debemos tomarlo muy en serio. Si la gente fuera solo Para creer una cosa que he dicho, me gustaría que fuera así: aquellos que se dedican al espiritismo (convocando a los muertos, moviendo mesas y otras prácticas de ese tipo) piensan que están convocando a las almas de los muertos. , si hay alguna respuesta a su llamado, siempre y sin excepción, Satanás y sus ángeles están respondiendo. Las personas que practican el espiritismo (adivinos, brujas, médiums, etc.) están haciendo algo muy peligroso para ellos y para los que vienen. a ellos por consejo. Están mintiendo hasta el cuello. Está prohibido, estrictamente prohibido, llamar a los muertos. En cuanto a mí, nunca lo he hecho, no lo hago, y nunca lo haré. "

Algunas cosas importantes que las almas santas le han enseñado a lo largo de los años:

Las almas santas le han dicho repetidamente que la mayor ayuda para ellos que pueden obtener de los que están aquí en la tierra es la ofrenda de la Santa Misa. Junto a la Misa, el Santo Rosario y las Estaciones de la Cruz son muy beneficiosas para ellos. Cualquier sacrificio que hagamos, incluso los más pequeños, ofrecido específicamente para ellos tiene un gran valor a los ojos de Dios y disminuye en gran medida sus sufrimientos y el tiempo en el purgatorio. Las pobres almas le han dicho que incluso la más pequeña oración o sacrificio es como dar un vaso de agua fría a un viajero reseco que viaja por el desierto más seco.

Normalmente se le aparecen con sus ropas normales, es decir, las que usaban con mayor frecuencia durante su vida, y a menudo tienen la apariencia de una mendicidad sincera y un deseo de ayuda. A veces parecen algo angustiados, pero esto presumiblemente es para provocar la compasión por parte de María. Normalmente se la ven como lo hicieron en la plenitud de su vida, sin embargo, los niños y adolescentes siempre aparecen como lo hicieron justo antes de su muerte. Y si bien hay algunos niños en el purgatorio, su Purgatorio normalmente no es muy largo ni doloroso, ya que durante sus vidas a menudo no pudieron haber cometido ningún pecado grave ya que no lograron mucha comprensión o discernimiento y, por lo tanto, no son responsables ante el medida en que es un adulto.

Las almas santas también le han dicho que hay muchos, muchos grados en el purgatorio, y que las partes inferiores del purgatorio son las más difíciles y las más purificadoras, y aquí es donde van los que tienen pecados graves (graves), es decir, pecados graves que no han sido perdonados en el sacramento de la confesión. A medida que cada alma repara por sus pecados que cometió contra Dios y sus semejantes, se purifica lentamente y, por lo tanto, progresa lentamente a los niveles más altos del purgatorio. Las almas que le parecen a María son casi siempre almas que residen en los niveles superiores del purgatorio. Esencialmente, cuanto más arrepentido y triste esté por los pecados cometidos contra Dios y el prójimo durante la vida de uno, más rápido progresará de los grados más bajos a los más altos del purgatorio.

La mayor queja de las almas del Purgatorio: el abandono de sus seres queridos

Según María, la mayor "queja" de las almas en el Purgatorio es cómo son olvidadas casi por completo por su familia y sus seres queridos, que con razón se quejan de que no reciben ayuda espiritual de aquellos a quienes ellos mismos ayudaron tanto durante la vida. ¡Cuántas oraciones se ofrecen por ellos, incluso en sus funerales! ¡Sin embargo, la oración es precisamente lo que más necesitan! Todos los bellos monumentos, celebraciones, tatuajes, etc., realizados y entregados en su honor, aunque tengan buenas intenciones, en realidad no hacen nada por ellos y de ninguna manera ayudan a aliviarlos de su sufrimiento / purificación.

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A MARIA SIMMA ​HECHA POR NICKY ELTZ

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